Ayer finalizó en Liubliana, en la capital de Eslovenia, la reunión que durante dos días han mantenido los representantes de las organizaciones firmantes del Pacto del Panteón, suscrito en 2022 en Roma para estrechar lazos entre los países del Mediterráneo en materia de vivienda. AVS es una de las organizaciones impulsoras de este acuerdo, que congrega periódicamente a los firmantes en diferentes lugares para aunar posturas sobre temas concretos. Una delegación de AVS, encabezada por su presidente, José María López Cerezo, acudió a la cita eslovena donde expuso los síntomas, las causas, las consecuencias y las propuestas de la organización española para afrontar el gran problema social europeo que es el de la crisis habitacional. Hablamos de ello, y en ese mismo orden, con el presidente de AVS.
P: Comencemos, si le parece, por los síntomas en España…
R: El principal es el elevado precio de las viviendas en venta y en arrendamiento. Especialmente, en los municipios centrales, costeros, y en las capitales.
P: ¿Y las causas?
R: Son varias: la escasez de oferta como consecuencia de la crisis inmobiliaria de la segunda década de este siglo; el destino de las viviendas a otros usos no principales; y la falta de políticas públicas incentivadoras para promover más vivienda social.
P: Y por ello, la vivienda se ha convertido en un lujo inalcanzable…
R: El esfuerzo familiar para hacer frente al coste de la vivienda habitual puede llegar hasta el 60% de los ingresos. Sin embargo, la renta de alquiler o la hipoteca no debería superar el 30% de los ingresos.
P: Entre tanto, las consecuencias son desastrosas…
R: En todos los órdenes. Impide la emancipación de los jóvenes; condena a la pobreza a las familias, a pesar de tener buenos sueldos; no hay posibilidad de ahorro, ni de inversión en otros bienes y servicios; somete a la exclusión social a las familias con bajos recursos, y aumenta el sinhogarismo. Y nos afecta a todos, porque atañe a la economía de un país y a la competitividad de las ciudades y regiones europeas.
P: ¿Qué debe hacer Europa para responder a esta crisis?
R: Poner a las personas en el centro de las políticas europeas. Y esto, en materia de vivienda, se traduce en producir más vivienda social y más vivienda asequible, y toda ella eficiente energéticamente.
P: Vivienda social y vivienda asequible, ¿dónde está la diferencia?
R: Ambas deben cumplir el requisito mencionado anteriormente de que el coste no debe superar el 30% de los ingresos familiares. Pero las viviendas sociales deben, además, estar acompañadas de políticas de intervención social y de integración, de políticas educativas y formativas.
P: Esto hace necesaria la creación de un parque de vivienda asequible, además de la vivienda social…
R: Un parque de vivienda asequible, en régimen de propiedad y alquiler. Y para incentivar su creación deberían darse ayudas directas a promotores públicos y privados o, al menos, establecer una fiscalidad cero. Esto es, sin IVA, sin tasas, sin impuestos.
P: Además de otros cambios en el modelo constructivo…
R: Debemos impulsar la industrialización y otros modelos de vivienda con más elementos de uso común. Y deben permitirse estándares arquitectónicos técnicos y de calidad menos exigentes, para abaratar la construcción de vivienda.
P: Propuestas españolas extrapolables a los países mediterráneos que reúne el Pacto del Panteón. ¿Cómo llevarlas a la práctica?
R: Los países mediterráneos debemos establecer una estrategia de lobby en Europa, porque no todas las regiones presentan los mismos problemas. Desde Housing Europe y desde los países, las regiones y las ciudades con mayor problema habitacional debemos estar en todos los lugares donde se toman decisiones, donde se gestan las ideas y donde se resuelven las respuestas.